Bolognesi en Arica, Bolognesi en Arequipa
No soy una crítica experimentada, pero soy una amante del teatro. Estuve
en clases en una prestigiosa formadora de actores de Arequipa, pero por motivos
de trabajo tuve que dejarlo a medias. Es una de las cosas que más me han
costado dejar, porque me encanta, pero felizmente tengo el privilegio de
presenciar puestas en escena.
El fin pasado fui a ver Bolognesi
en Arica, una obra escrita por el peruano Alonso Alegría. La cantidad de
información que tiene este drama es increíble, se nota que hubo una intensa
investigación para poder escribirla apropiadamente. Nos cuenta una parte de la
historia de la batalla de Arica, que estoy 100% segura que es desconocida por
la mayoría de peruanos. Es una pena porque me parece que esa información, era
más importante que fechas y nombres de militares. Nos cuenta del heroísmo de
grandes hombres y mujeres, que pudiendo abandonar Arica luego de haberse
perdido Tacna, se quedaron hasta quemar el último cartucho.
Se experimenta muchas emociones mientras transcurre la historia:
curiosidad, asombro, indignación, cólera, orgullo, alegría, tristeza, sensación
de abandono, pena, pero nunca lástima…demuestran tanto heroísmo y amor a su
patria que no puedes experimentar lástima por ellos, más bien sí un poco de
vergüenza…porque probablemente tú también has dejado abandonada otras causas…ya
no estaremos en guerra pero hay aún héroes que luchan por su país en otros
aspectos.
El momento cumbre creo que se vive cuando se canta el himno nacional,
cuando explotan ya todos tus sentidos, hasta ahora se me hace un pequeño nudo
en la garganta cuando recuerdo ese momento. Nunca lo había sentido y, tengo que
confesarlo, había sentido en mi corazón esa emoción sólo con el himno de mi
Arequipa, hasta ese momento.
Las actuaciones, puedo decir que en general fueron muy buenas. Quedé
enamorada de Francisco Bolognesi, de la parada militar de Varela, de la solidaridad
de Saenz Peña, del grito de Alfonso Ugarte (“Muchachos Viva el Perú”), de la
valentía mezclada con dulzura de María y las niñas, de la sensibilidad de la
profesora, de la preocupación e impotencia que demostraba Elmore y del dolor
que transmite Vildoso.
No me queda más que recomendarla, humilde y sinceramente. Y a los padres
les pediría por favor que lleven a sus hijos, necesitamos más gente joven
contagiada de patriotismo. Se interesaran aún más si saben que la información ha sido llevada al teatro
con un poco de fantasía/creatividad, para que – como decía la profesora – riamos un poco, en
vez de llorar.
Teatro Umbral, Calle Moral 115. Sólo quedan tres funciones: Jueves 25,
Viernes 26 y Sábado 27 a las 7:45 pm. Precios especiales para estudiantes y
jubilados y jueves hay 2x1.
