domingo, 2 de septiembre de 2012

Gracias mamá por ser mi mami!

En el día de la madre hubo un gran espectáculo en nuestra casa, tuvimos la actuación de mis sobrinos en vivo y en directo. Nos sorprendieron con las habilidades que tienen para bailar, recitar, cantar y sobre todo para improvisar, porque claro que lucieron lo que aprenden en sus centros educativos, pero hubo mucha creatividad, de esa que sale cuando quieres hacer algo bien ante los ojos de los que más te aman y que tú amas.

Uno de ellos, Brunito, olvidó una parte de su poesía y en vez de quedarse callado, dijo: Gracias mamá por ser mi mami!. Causó ternura y risas en todos nosotros, pero por supuesto mi hermana babeaba y sus ojos brillaban, las palmas no le bastaban para demostrar su orgullo y dicha. Estoy segura que lo mismo experimentaron mis otras hermanas cuando veían a sus retoños actuar en su día.

Toda esa experiencia me hizo recordar cuando era yo una niña y participaba en las actividades por el día de la madre en mi colegio y bueno también en el barrio algunos años. Yo bailaba y a veces actuaba, pero nunca recite ni le dediqué un poema a mi mamá, es decir al menos yo sola frente a ella. Y ahora que tengo tantos años de vida las cosas cambian tanto, que pienso en escribirle una carta pero no en pararme frente a ella y decirle:

Gracias mamá por enseñarme a dividir, aunque fuera a cocachos, nunca más olvidé poner el cero, gracias porque me enseñaste a aprender de mi alrededor, aritmética con placas de autos, ortografía de periódicos y letreros, y por no dejarme confiar en los letreros que lucían mal y que, gracias a ellos, ahora se diferenciar entre botar y votar, además de otros.

Gracias por llevarme a Cusco cuando estaba muriendo, confiando en tu sexto sentido de madre y en que el nuevo clima me sentaría muy bien. Gracias por llevarme de paseo dos horas en bus hasta Yura o Chiguata para que tomara la mitad del biberón, Gracias por hacerme comer hígado de pollo para mejorar la anemia, gracias por traerme mi comida cuando yo parecía un pequeño moticuco con violeta genciana sobre mis erupciones de varicela, Gracias por llevarme a “n” médicos que decían casi lo mismo, sólo porque yo seguía teniendo miedo.

Gracias por enseñarme que en la vida se debe hacer lo que se ama, porque de esa manera puedes llograr llegar a lo más alto. Gracias por darme tu ejemplo como mujer de lucha incansable, por enseñarme que este mundo es de quien se esfuerza, de quien tiene una profesión y un negocio, de quien tiene un negocio fijo y otros variables, de quién invierte el dinero, de quién aprende y aplica su aprendizaje, de quien no se rinde ante las dificultades y contratiempos, de quien da la cara en  buenos y malos tiempos.

Gracias por educarnos, por hacer a tus 5 hijas profesionales, por privarte de lujos, gustos, experiencias y viajes (que tanto disfrutas), para seguir trabajando mañana, tarde y noche, para pagar las pensiones, comprar los útiles, comprar los uniformes, comprar la ropa.

Gracias por darme un espacio en tu cama en la mañana, cuando mi papá me llevaba en la madrugada y por dejarme dormir contigo ahora a mis 26 años, abrigarme, abrazarme y calentar mi pies para poder dormir tranquilita. Gracias porque te levantas silenciosa y dejas que duerma un poquito más, me preparas el desayuno y me recibes con una sonrisa =)…Gracias por reconfortarme con tu abrazo, porque me escuchas cuando hablo y te quedas a mi lado en silencio cuando estoy poco comunicativa.

Finalmente, Gracias por darme la vida y darme la oportunidad de vivir en este mundo y de ser feliz.

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